El inicio de curso escolar siempre llega acompañado de ilusión, expectativas y también de mucha organización. Para los gestores de escuelas infantiles, estas semanas previas son decisivas: todo debe estar en orden para recibir a los niños y, sobre todo, para transmitir confianza a las familias.
No se trata solo de tener las aulas limpias y el material a punto, sino de revisar en profundidad la gestión del centro infantil, los mensajes que se van a comunicar y la coherencia del proyecto educativo con el que se abre el año escolar.
Alimentar a los más pequeños en verano sin renunciar al sabor
El verano lo cambia todo. Las rutinas se relajan, los horarios se alteran y el calor se convierte en protagonista de los días largos y soleados. Para los niños pequeños, estos cambios pueden ser emocionantes, pero también agotadores. Y cuando el termómetro sube, el cuerpo pide a gritos frescura, ligereza e hidratación.
Con los cambios en los horarios y las temperaturas en ascenso, la alimentación infantil en verano se convierte en una pieza clave para el bienestar diario. ¿La buena noticia? Las meriendas saludables pueden ser nuestras mejores aliadas. Refrescantes, nutritivas, sencillas y apetecibles, ofrecen una oportunidad perfecta para reponer energías y asegurar una buena hidratación a mitad de tarde.
Porque sí, se puede combinar salud y sabor, frescura y nutrientes, sin caer en lo aburrido ni en lo ultraprocesado. Aquí te contamos cómo lograrlo con cinco ideas que funcionan tanto en casa como en la escuela infantil. ¡Toma nota!
Pequeños cuerpos, grandes necesidades
Durante el verano, los niños pierden más líquidos a través del sudor y tienen un mayor riesgo de deshidratación. Además, las altas temperaturas pueden disminuir el apetito, por lo que es clave ofrecer alimentos ricos en agua, fáciles de digerir y con buen valor nutricional.
Las frutas de temporada, los lácteos frescos, los cereales integrales y las preparaciones caseras y ligeras son grandes aliados. Olvidemos por un momento los productos ultraprocesados y pensemos en opciones que, además de alimentar, cuiden la salud intestinal, fortalezcan el sistema inmunológico y contribuyan al bienestar general.
Te proponemos cinco ideas de meriendas saludables para niñosde 0 a 6 años, perfectas para la temporada estiva. Son sencillas, rápidas de preparar y divertidas.
Brochetas de fruta fresca: color, sabor y diversión en cada bocado
A veces, la clave está en la presentación. Las brochetas de fruta transforman algo tan cotidiano como una pieza de fruta en una experiencia sensorial y lúdica. Basta con cortar sandía, melón, plátano, kiwi, mango o fresas en trozos pequeños y ensartarlos en un palito (mejor si es redondeado o de plástico, para evitar accidentes).
Estas frutas no solo aportan agua y fibra, sino también vitaminas como la C, fundamental para reforzar las defensas, y minerales como el potasio, que ayuda a mantener el equilibrio hídrico del organismo.
Para los más pequeños que aún no manejan bien los sólidos, una alternativa es ofrecer estas frutas en forma de puré o batido casero, sin azúcar añadida.
Yogur natural con cereales y fruta: una combinación ganadora
El yogur natural sin azúcar añadido es una de las meriendas nutritivas para niños más completas que podemos ofrecer. Rico en calcio, proteínas y probióticos, favorece la salud ósea y digestiva. Combinado con cereales integrales (como copos de avena o arroz inflado sin azúcares) y pequeños trozos de fruta fresca, se convierte en una merienda equilibrada y saciante.
Para hacerlo más atractivo, podemos presentarlo en vasos transparentes formando capas: primero el yogur, luego los cereales y, por último, la fruta. Esta presentación encanta a los niños y les permite explorar diferentes texturas y sabores.
En niños más pequeños, la avena cocida con leche y fruta puede ser una opción más adecuada por su consistencia suave y fácil digestión.
Helado casero de plátano y yogur: frescura sin azúcares añadidos
¿A quién no le gusta un helado en verano? Pero los comerciales suelen estar cargados de azúcares, grasas saturadas y aditivos poco recomendables para los más pequeños. La buena noticia es que hacer helado en casa puede ser tan sencillo como congelar plátanos maduros, triturarlos con un yogur natural y servirlos inmediatamente como una crema fría y deliciosa.
Este helado conserva todo el sabor natural de la fruta y no necesita azúcar ni edulcorantes. Se le puede añadir un toque de canela, una pizca de vainilla natural o incluso otras frutas como arándanos, mango o melocotón para variar el sabor.
Es una opción ideal para compartir con toda la familia y combatir el calor de forma saludable.
Tostaditas integrales con aguacate y tomate: para los más curiosos del paladar
No todas las meriendas tienen que ser dulces. Muchos niños disfrutan también de sabores salados y el verano es un buen momento para introducir nuevas opciones. Una tostadita de pan integral, untada con aguacate maduro y coronada con tomate picado, es una alternativa nutritiva y refrescante.
El aguacate es fuente de grasas saludables, vitamina E y fibra, mientras que el tomate aporta licopeno y mucha agua. Esta combinación favorece el desarrollo neurológico, mejora el tránsito intestinal y ayuda a mantener la piel hidratada.
Para los más pequeños, se puede machacar todo junto y servir sobre pan blando o incluso como dip con palitos de pepino o zanahoria hervida.
Batidos naturales con leche o bebida vegetal: hidratar y alimentar en un solo vaso
Los batidos naturales caseros son una bebida perfecta para mantener una adecuada hidratación infantil en los días más calurosos, cuando el apetito disminuye. Combinando leche (o bebida vegetal enriquecida en calcio) con fruta fresca, obtenemos una bebida que hidrata, alimenta y refresca.
Un clásico es el batido de fresa y plátano con leche, pero se pueden probar otras combinaciones: melocotón y pera, mango y coco, arándanos y manzana. Lo importante es no añadir azúcar ni miel (especialmente en menores de un año) y usar frutas bien maduras para garantizar el dulzor natural.
También se puede añadir una cucharadita de avena para aportar fibra y hacer la merienda más completa.
Hidratación, frescura y nutrientes: la fórmula del verano saludable
Ofrecer meriendas saludables durante el verano no tiene por qué ser complicado ni requerir mucho tiempo en la cocina. A menudo, las mejores opciones son las más sencillas, aquellas que respetan la naturaleza de los alimentos y se adaptan a las necesidades reales de los niños.
Más allá de los nutrientes específicos, estas meriendas enseñan a los pequeños a disfrutar de lo natural, a reconocer los sabores auténticos y a valorar la comida como fuente de bienestar.
En escuelas infantiles y hogares, dedicar unos minutos a preparar una merienda con cariño también es una forma de educar. Porque alimentar bien no es solo dar de comer: es cuidar, observar, respetar los ritmos y crear momentos de conexión. Y en verano, cuando todo parece ir más despacio, es el momento ideal para fomentar estos hábitos.
Cómo preparar el primer gran viaje con tu hijo sin perder la calma
Realizar el primer viaje con un bebé puede parecer, a primera vista, una tarea complicada. Los horarios, las rutinas, el equipaje interminable y las necesidades del pequeño pueden convertirse en un reto difícil de superar. Sin embargo, con la actitud adecuada y una buena planificación, puede ser una experiencia profundamente enriquecedora para toda la familia.
Desde los primeros días de vida, el sol tiene efectos positivos sobre el organismo: favorece el estado de ánimo, estimula la síntesis de vitamina D en los bebés y acompaña el ritmo biológico. Sin embargo, también puede convertirse en un enemigo silencioso. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), entre el 50 % y el 80 % del daño solar acumulado se produce durante la infancia y la adolescencia, etapas clave en la prevención del cáncer de piel.
Sol, aire e infancia: ¡La fórmula para un verano inolvidable!
Cuando llegan los meses cálidos, muchos padres piensan en pantallas o actividades bajo techo para proteger a sus hijos del calor. Sin embargo, priorizar el tiempo al aire libre aporta beneficios insospechados para el desarrollo infantil. Más allá de evitar el sedentarismo, jugar fuera mejora la motricidad, la concentración y fortalece el sistema inmunológico. Así que, ¡adiós sofá y bienvenidos los parques y los paseos!
Pero no se trata solo de pasar tiempo fuera: lo que está en juego es mucho más profundo. Desde una perspectiva educativa, el verano ofrece un terreno fértil para aprendizajes esenciales más allá del aula. A continuación, exploramos por qué es tan importante priorizar el juego al aire libre durante los meses estivales y cómo hacerlo desde una mirada pedagógica y consciente.
Cómo implantar el control horario laboral en escuelas infantiles sin complicaciones
El control horario laboral ha dejado de ser solo una cuestión de grandes empresas. El Ministerio de Trabajo ha dejado claro que todas las empresas deben implantar un sistema de registro horario fiable, objetivo y accesible. Sí, también las escuelas infantiles, guarderías y colegios con área de infantil deben tener el suyo.
Leer en papel desde edades tempranas marca una diferencia profunda en el desarrollo educativo, emocional y físico de los niños. Los datos recientes muestran que los niños que crecen rodeados de libros y leen en papel con regularidad desarrollan con más facilidad el lenguaje oral, una comprensión lectora más profunda y una mayor capacidad de concentración. Leer en papel no es solo descifrar letras: es construir sentido, imaginar, conectar ideas. Y todo eso se asienta mejor cuando se hace sobre papel.
Todas las familias y educadores lo han vivido alguna vez: un niño que grita con rabia porque no puede encajar una pieza del puzzle, una pequeña que llora desconsolada porque no le dejan ponerse los zapatos sola, un estallido de llanto porque no se puede comer el postre antes de la cena. Aunque pueda parecer desproporcionado desde una perspectiva adulta, lo cierto es que esas explosiones emocionales forman parte del desarrollo natural de los niños.
Un entorno más verde empieza en la infancia… y en comunidad
En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el uso insostenible de recursos, la educación ambiental en infantil se ha convertido en un reto urgente y, a la vez, en una oportunidad pedagógica para los centros educativos.
La escena es familiar: un niño juega con la comida sin intención de comer, otro mastica con la boca abierta mientras su compañera se repantiga en la silla. Para muchos padres y educadores, la hora de la comida puede parecer una batalla diaria. Pero ¿y si la mesa fuera un espacio privilegiado para educar?
¿Puede un museo convertirse en un lugar fascinante para un niño de dos años? ¿Tiene sentido llevar a los bebés a exposiciones? La respuesta es un sí rotundo. Los museos para niños, muchas veces asociados con el silencio y el “no tocar”, están transformando cada día su enfoque para abrir las puertas a los más pequeños y convertirse en espacios de descubrimiento, juego y aprendizaje.
Cuando el mundo se sacude… ¿qué sienten los más pequeños?
Un conflicto armado en las noticias, un desastre natural, la muerte de una figura pública o un acto violento cerca de casa. Los adultos tenemos mecanismos para digerir este tipo de sucesos, pero ¿qué ocurre con los niños de 0 a 6 años? ¿Deben saber lo que pasa o es mejor mantenerlos al margen?
La escuela infantil es un hogar para que los niños crezcan y se desarrollen
En los meses previos al inicio del nuevo curso escolar, muchas escuelas infantiles y colegios con etapa de infantil se enfrentan al mismo desafío: cómo llenar las aulas con nuevos alumnos. Pero más allá de las matrículas, se trata de algo mucho más profundo. Se trata de transmitir a las familias, especialmente a aquellas que dan este paso por primera vez, que nuestra escuela es el lugar donde sus hijos no solo aprenderán, sino que crecerán seguros, cuidados y felices.
Hay un momento en la crianza infantil en el que el pañal deja de ser necesario… pero también puede convertirse en una fuente de dudas, frustraciones y falsas expectativas. “¿Está preparado?” “¿Y si lo estoy forzando?” “¿Por qué se niega a hacer caca en el orinal?” Estas preguntas, tan comunes como naturales, surgen cuando se acerca la etapa del control de esfínteres, un hito del desarrollo que no solo es físico, sino profundamente emocional y psicológico.
Primavera y niños: cómo hacer frente a las alergias
La llegada de la primavera trae consigo un aumento en las alergias estacionales, especialmente en niños menores de 6 años. Este año, debido a las abundantes lluvias y las altas temperaturas, se espera que los niveles de polen sean más elevados y persistentes, por lo que muchas familias y escuelas infantiles se verán afectadas por los molestos síntomas que esto conlleva. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, se estima que el 50% de la población sufrirá algún tipo de alergia en los próximos 30 años, debido al cambio climático y al estilo de vida actual.