Una poderosa fuente de expresión
Los niños se expresan a través de sus dibujos, primero con trazos deslavazados y colores que explican su mundo y su visión de las cosas. A medida que el niño desarrolla su psicomotricidad fina consigue hacer trazos más evolucionados y pasa de ser simples garabatos a dibujos más detallados y complejos.
Lavarnos las manos: la mejor forma de evitar la propagación
Ante la situación de alarma que vivimos actualmente y esperando que todo vuelva a la normalidad lo antes posible, os contamos qué podemos hacer cuando las Escuelas Infantiles y Colegios comiencen de nuevo a retomar su día a día.
Un problema con muchos factores asociados
La nutrición es un aspecto fundamental de la crianza de los niños que no solo se asocian a la cantidad y calidad de los alimentos que ingieren sino a otros muchos factores que tienen que ver con la actividad física que realizan, a las horas de sueño que diarias y a los hábitos alimenticios: no solo qué se come sino cómo se come. Compartir las comidas importantes en familia se ha visto que supone un freno a los malos hábitos que conducen al sobrepeso.
Uno de cada cuatro niños entre dos y seis años tiene sobrepeso y de ellos, el 6,7% obesidad. Son cifras preocupantes que niños tan pequeños tengan ya un peso excesivo. Tanto que la Organización Mundial de la Salud lo considera un problema de salud prioritario. En el mundo hay más de 40 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso y afecta ya no solo a países con ingresos altos, sino también aquellos que tienen ingresos bajos y medianos, sobretodo en entornos urbanos.
Tres años: la edad ideal para aprender
Tres años es la edad ideal para comenzar con el aprendizaje del ajedrez. Aunque desde los tres hasta los siete predomina el pensamiento intuitivo, es decir, aún los niños no pueden planificar jugadas de forma abstracta, desde mucho antes pueden familiarizarse con los materiales (las piezas, el tablero) y jugar de forma libre, como si fuera cualquier otro juguete. Según van creciendo se pueden ir incorporando la enseñanza de las normas básicas y luego ya los movimientos sencillos (la torre y el alfil son los más fáciles). Existen muchos juegos para que los niños se familiaricen con el ajedrez, incluso algunos educadores incluyen su enseñanza en primaria y existe un movimiento en Europa que aboga por incorporar el ajedrez como asignatura curricular a partir de los 6 años ¿La razón? La gran cantidad de beneficios que reporta. Te contamos cuáles son.
Hasta los cuatro años los niños no aprenden a nadar
Los beneficios de la natación abarcan varias áreas: cognitiva, física e incluso social. Si bien los niños no están preparados para aprender a nadar hasta los cuatro o cinco años de edad, cuando su cuerpo adquiere cierta madurez, entrar en contacto con el agua desde los primeros meses de vida les ofrece destrezas físicas para el futuro. ¿En qué consisten? Gracias a una investigación llevada a cabo por la Universidad noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) se constató que los niños que acuden a clases de matronatación mejoran aspectos como la coordinación, el equilibrio o la resistencia. En concreto, los niños adquieren antes habilidades físicas como mantenerse de pie con una sola pierna, saltar una cuerda, andar de puntillas o dar a un balón.
Además de estos beneficios para el desarrollo psicomotor de los niños, la práctica de la natación o matronatación cuando son más pequeños supone beneficios cognitivos y sociales. Aprender a nadar mejora la atención y la coordinación, les estimula y relaja y aumenta la independencia y la confianza de los bebés.
Introducir las matemáticas en las actividades diarias
Las matemáticas forman parte de nuestro día a día y están presentes en muchas de las actividades que realizamos diariamente. Familiarizar a los niños cuanto antes con los conceptos matemáticos es muy positivo para que vivan el aprendizaje de forma natural. El juego es la vía en que los niños aprenden. Así, introducir las matemáticas en las actividades diarias puede ser un incentivo para los pequeños, que convierten las matemáticas en actividades divertidas y estimulantes. Tan solo hay que tener en cuenta que juegos son los más apropiados para cada edad.
Comer sin estrés
Tablets, dibujos, móviles… a raíz de la polémica que surgió hace unos meses por entretener a los niños mientras comen y cuyo tema ya tratamos a finales de año, una inquietud ha llegado a muchas familias con niños pequeños. Está bien, no lo entretengo, pero ¿cómo podemos hacer para que la hora de la comida no se traduzca en estrés para padres e hijos? La comida es un tema recurrente en la crianza de los hijos. Es verdad que hay un tanto por ciento de la población que no tiene problemas para que los niños coman bien y de todo, pero en casi todos los hogares hay inquietud por cómo y qué comen. Te mostramos algunos consejos para crear hábitos saludables en niños y bebés, y sobre todo, que la hora de comer se convierta en una actividad de disfrute familiar donde los niños la vivan de forma agradable y les haga comer sano en el futuro.
Compartir juegos sin controlar ni dirigirlos
Es una de las actividades más importantes en la vida del niño y una fuente de aprendizaje. Jugar, además de ofrecer entretenimiento y diversión, ayuda a los niños a conocer el entorno. Participar con los niños en su juego puede ser muy placentero y positivo para fortalecer el vínculo emocional, siempre y cuando les acompañemos, sin controlar ni dirigir el juego. Se trata de involucrarnos en su creatividad, sin ponerles límites, más allá de evitar peligros.
Los gases, un problema muy común en los primeros meses
Durante los primeros meses de vida del bebé, los gases pueden convertirse en una molestia habitual ya que, los niños, al no controlar bien la técnica de la succión, a menudo tragan mucho aire. Este aire se acumula en su interior y les provocan incomodidad, irritación y es frecuente que se desate el llanto. Esta situación puede dar lugar a que confundamos los gases con los temidos cólicos del bebé, pero son dos cosas distintas. Los cólicos se producen por contracciones dolorosas del abdomen que se producen durante los primeros tres meses y que suelen darse al atardecer y se prolongan unas dos horas. Durante ese tiempo el niño llora desconsoladamente. Para ayudarle, puedes colocarlo boca abajo sobre tu brazo, sujetando su cabeza con tu mano y mecerle para calmarle. Los gases no tienen hora, son molestias frecuentes y su atención requiere otros cuidados.
Libros: imprescindibles en la Escuela Infantil
En la etapa de educación infantil, la literatura es una pieza clave para el desarrollo de los niños. Poner en contacto a los niños con los libros desde las primeras etapas les estimula para que se interesen por ellos y entren en contacto con el mundo académico de una forma lúdica. Aunque aún no sepan leer, esto no es impedimento para que disfruten de una actividad de biblioteca, que debería ser un espacio imprescindible en la Escuela Infantil. Para ello, se deben contar con un lugar apropiado y adaptar su organización y funcionamiento a las necesidades de los niños.
Golosinas: calóricas y nada nutritivas
El azúcar está cada vez más presente en nuestra alimentación, la de los adultos y la de los niños. Comer dulces y chucherías es un placer, pero hacerlo es un exceso es un problema sobre todo para los más pequeños, algo en lo que coinciden tanto pediatras como endocrinos. Los dulces y más aún las golosinas son productos que tienen una gran cantidad de calorías, por 100 gramos de gominolas estamos aportando al cuerpo 360 calorías de las denominadas “vacías”, es decir, solo aportan energía no nutrientes, por lo que su consumo habitual favorece la obesidad y puede alterar el metabolismo de la glucosa.
Después de Navidad hay que coger el ritmo
Durante las vacaciones se alteran los ritmos habituales de sueño y comidas. Los niños se acuestan más tarde o se levantan a mitad de la noche, esperando los ansiados regalos de Reyes. Sin embargo, tras el final de las fiestas toca volver a las rutinas y así lograr que la vuelta no resulte tan dura para los más pequeños. La Asociación Española de Pediatría es que los menores empiecen a acostarse pronto desde unos días antes de empezar en la Escuela Infantil o Colegio para evitar cambios demasiado bruscos.
Fomentar el espíritu navideño de los niños
Con la llegada de las navidades, las casas se llenan de actividades, reuniones con los familiares, compra de regalos y de productos navideños, horas de preparar platos… con los niños este tiempo aumenta, ya que es a ellos a quienes más ilusión les hace estas fiestas. Por ello, involucrarles en las actividades que haya que realizar les hará disfrutar aún más de la Navidad. Dependiendo de la edad o de los intereses del niño se le puede incluir en unas acciones u otras, pero por muy pequeños que sean siempre es posible que realicen alguna de las actividades que os proponemos. ¡Toma nota!
Educar en el consumo responsable
Durante las Navidades, los canales de niños se llenan de publicidad de juguetes que muchas veces no son los más apropiados para los niños. Según señalan los estudios realizados al respecto, solo el 1,5% de los anuncios de juguetes corresponden a productos educativos, mientras que los de acción suponen más del 40%. ¿Podemos evitar que los niños sufran una sobreexposición de anuncios? Educar para realizar un consumo responsable es tarea de educadores y familias, limitar el tiempo de televisión, implicarnos en hacer la carta de los Reyes Magos con los hijos y orientarles a productos menos comerciales son algunas de las cosas que desde casa podemos hacer para que la Navidad no se convierta en una espiral de regalos que muchas veces se olvidan a los pocos días.
Hablar un segundo idioma favorece la comunicación
Los expertos señalan que cuanto antes mejor. Incluir otro idioma para comunicarse cuando los niños son pequeños favorece la comunicación. Las personas bilingües no solo tienen la ventaja de poder hablar en otro idioma, sino que aprender dos lenguas fomenta la creatividad, estimula las neuronas y afecta positivamente a su autoestima. Lo bueno de introducirlo en la Escuela Infantil es que los niños van aprendiendo un segundo idioma sin casi darse cuenta. Hoy en día podemos encontrar una gran cantidad de recursos para que los niños se familiaricen con una segunda lengua de forma sencilla y divertida. Son juegos, canciones, vídeos que les enseñan la fonética y las expresiones, imprescindibles para conocer un idioma en profundidad cuando son mayores.