Antes de los tres años, no podemos hablar de pesadillas
Alrededor de los tres años los niños pueden comenzar a tener pesadillas: sueños negativos que provocan que se despierten llorando o asustados. Antes de esa edad, a pesar de que durante el sueño un bebé puede tener movimientos bruscos, despertarse… no se puede decir que se produzcan pesadillas, ya que para ello su cerebro debe estar suficientemente maduro para elaborar un escenario y construir un relato en su mente.
Tiempo de calidad para disfrutar en familia
La llegada de las vacaciones escolares es un momento para disfrutar en familia. El buen tiempo, la relajación de las rutinas y el aumento del tiempo libre hace que sea una época ideal para disfrutar de actividades que en otras estaciones se hacen más complicadas. Los niños disfrutan de pasar tiempo con sus padres, les hace felices y les ayuda a salir de su día a día: los planes con familiares, las escapadas y las tardes en la playa o en la piscina son experiencias que marcan su infancia. La diversión, sin embargo, no está reñida con el aprendizaje. Te proponemos algunas actividades para que los niños adquieran nuevos conocimientos de forma divertida y amena.
Verduras y hortalizas: esenciales en una dieta saludable
Su consumo diario es obligatorio y sin embargo en muchas ocasiones tomar verdura a diario se torna una tarea complicada. Ya sea por la textura, por el color o bien porque a menudo se opta por alimentos más sencillos y que tienen mejor aceptación, muchos niños no cumplen con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. A saber: el consumo diario de 5 raciones diarias entre frutas y verduras. Y tú, ¿cómo lo haces?
Las verduras son parte esencial de la dieta, ya que contienen vitaminas y minerales fundamentales para la vida y para el crecimiento sano de los niños. Conviene consumirlas frescas: la clave es la preparación y la variedad. Existen una gran cantidad de verduras y podemos ir preparando unas u otras para ver cuáles son mejor aceptadas; pero fomentar su consumo es imprescindible. Con un poco de imaginación y variedad se puede conseguir que los niños coman de todo y con gusto.
Con la llegada del buen tiempo los niños están más tiempo en la calle o disfrutando de actividades al aire libre: acuden a la playa, a la montaña y o van al pueblo, donde cambian de ambiente y muchas veces de rutinas, trastocando su normalidad. Esta imprevisibilidad hace que los niños que sean propensos a tener miedo, los vivan con especial intensidad.
El miedo: una emoción muy común en niños y bebés
El miedo es una emoción bastante frecuente en la infancia. Se produce cuando el niño experimenta un sentimiento negativo ante un objeto o hecho que considera peligroso para él o para otros. Además, cuando se tiene miedo se sufre de inseguridad, ya que la persona que tiene miedo se cree incapaz de evitarlo o enfrentarse a él. El miedo puede mostrarse físicamente con palpitaciones, agitación, sudores o dolores de tripa.
Adaptarse a su ritmo: esencial para disfrutar
Aunque puede parecer que el primer año de vida del bebé es complicado irse de vacaciones en familia, nada más lejos de la realidad. Los bebés, si todavía no han empezado a desplazarse, te los puedes llevar donde quieras con tranquilidad. Solo tienes que seguir una serie de consejos para que la experiencia sea buena para todos. ¡Toma nota!
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los bebés no saben de estaciones, ni de vacaciones… por lo que si quieres que todo se desarrolle con tranquilidad intenta en la medida de lo posible seguir la rutina de comidas y respeta sus horas de sueño. De esta manera no estará irritable y podréis disfrutar de unas buenas vacaciones.
La infancia: el mejor momento para fomentar la creatividad
La creatividad es un valor en auge. Esto se debe a que permite adquirir habilidades y destrezas clave en el desarrollo de las personas y a que en un mundo que evoluciona a un ritmo frenético permite desarrollar la flexibilidad mental necesaria para adaptarse con mayor facilidad a los cambios. En los primeros años de escolarización debe hacerse hincapié en fomentar la creatividad, así debe convertirse en una de las piedras angulares de los proyectos educativos de escuelas infantiles y colegios de 0 a 6 años.
Antes de los seis años, cuidado con la deshidratación
Con la llegada del calor y las altas temperaturas hay que poner especial atención en que niños y bebés estén bien hidratados y fresquitos, ya que los menores de seis años son uno de los grupos de edad más vulnerables a sufrir deshidratación. Esto es porque cuando los niños son pequeños no regulan bien su temperatura corporal y muchas veces no piden agua al no tener bien identificada la sensación de tener sed.
Un aprendizaje para toda la vida
Educar a los niños para que adquieran hábitos saludables es una tarea que hay empezar cuando los niños son pequeños. Para ello, conviene armarse de paciencia y seguir unas sencillas pautas como dejarles manipular la comida cuando son bebés. En este aprendizaje las familias cometemos algunos errores nutricionales.
Los padres deben reaccionar ante la agresividad de sus hijos
Un empujón, una patada, un mordisco… muchos niños pasan alrededor de los dos años por una fase en la que intentan conseguir sus objetivos pegando a los demás. En otras ocasiones, es otro niño el que le pega para conseguir algo. A veces ocurre de forma accidental y otras este comportamiento se repite. Estas conductas están asociadas a que los demás no responden a los deseos del niño o se les priva de aquello que quieren. Saber reaccionar ante este comportamiento es responsabilidad de los padres o de los adultos que estén a su cuidado.
La escuela infantil, clave para fomentar el aprendizaje
“La escuela debe ser entendida como un taller, un laboratorio, con los materiales y herramientas para que el niño pueda construir, crear e indagar; siempre bajo la atenta mirada del profesor como guía y orientador del proceso de enseñanza y aprendizaje”. Estas palabras, del reconocido pedagogo estadounidense John Dewey, deberían ser el lema de toda escuela infantil. En los primeros años, aprendizaje y desarrollo van de la mano gracias a la interacción con el entorno.
Aunque cada niño sigue su ritmo, según sus características personales, intereses… en todos ellos, el juego es una herramienta muy poderosa para aprender, ya que permite que el niño se enfrente a nuevas exigencias que debe solucionar. El juego estimula su desarrollo cognitivo, físico y emocional y le predispone hacia el aprendizaje, haciendo que preste más atención y esté más motivado.
Listos para desplazarse y tener autonomía
Alrededor de los 10 meses, los niños comienzan a querer desplazarse por sí mismos y comienza la etapa del gateo. No todos los niños pasan por esta fase o lo hacen de forma distinta: en lugar del clásico movimiento en cuadrupedia, arrastran partes de su cuerpo como la barriga o el “culete”; sin embargo, la mayor parte de los niños gatean antes de andar. Se calcula que solo un 7% de los niños no hacen este tipo de desplazamientos y comienzan a andar directamente.
Para gatear, los bebés primero tienen que tener la musculatura suficiente para mantenerse sentados y deben haber aprendido también a darse la vuelta por sí mismos. Necesitan ir cogiendo fuerza en brazos y piernas para poder realizar la postura del gateo. Lo importante es no forzar al niño para que empiece a andar y respetar su ritmo natural, dejando que se desplace libremente el mayor tiempo posible antes de empezar a dar sus primeros pasos.
La risa tiene grandes beneficios psicológicos y físicos
La risa es una forma de comunicarnos con los demás y una verdadera delicia para los oídos. Cuando escuchamos a alguien reír ya nos inclinamos de forma positiva hacia esa persona. En el caso de los bebés, cuando se ríen y ven reacciones a su risa les da confianza y ayuda a reforzar el vínculo que tienen con esa persona.
Hacer reír a un bebé es fácil: se pueden hacer gestos, juegos como el cucú-tras, cosquillas o cosas que les sorprendan… reír les aporta grandes beneficios psicológicos y físicos. Si para un adulto reír a carcajadas supone una terapia sumamente positiva, al ayudar a relajar la tensión y bajar el estrés… ¿Cómo no va a serlo para un bebé?
El sol, clave para tener suficiente vitamina D
Durante generaciones y generaciones la luz del sol ha satisfecho la necesidad que tenemos los seres humanos de vitamina D; sin embargo, en los últimos años, debido a una menor exposición al sol, se ha extendido en toda la población y en los niños especialmente niveles bajos de esta vitamina.
La vitamina D es fundamental para el organismo. Contribuye al desarrollo y mantenimiento de los huesos; ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares (tener déficit de esa vitamina afecta la incidencia y gravedad de ictus, infartos); además actúa de mecanismo de defensa ante procesos infecciosos. Tener un nivel adecuado de este micronutriente favorece la cicatrización y previene el desarrollo algunos tipos de cáncer como el de colon, próstata o mama.
La carta de presentación de tu escuela infantil
En pocas semanas, comienza para muchas regiones de España, el periodo de matriculación en las escuelas infantiles y es el momento propicio para dar a conocer tu centro infantil a nuevos padres y niños. Publicitarse, ya sea en redes o a través de flyers o folletos es necesario, pero cada vez cobran mayor importancia las visitas a los centros, ya que generalmente a los padres les gusta conocer de primera mano donde llevarán a sus hijos.
Organizar la jornada, toda una experiencia
Si estás decidido a hacer una jornada de puertas abiertas en tu escuela infantil, te explicamos cómo organizarla para que la experiencia se convierta en todo en un éxito.
Alimentación, mucho más que tomar alimentos
Alimentarse correctamente no solo es saber qué comemos, qué cantidad y cómo debe ser nuestra dieta… es también aprender a disfrutar de la comida de forma saludable, sabiendo valorar los alimentos de forma sana, aprendiendo modales en la mesa, compartiendo la comida en familia. Establecer una relación sana con la comida es fundamental y con unos sencillos consejos podemos poner una buena base desde la infancia.